James Blake y Bowers & Wilkins: Structuring Robots Into Heaven
James Blake y Bowers & Wilkins se unen para revelar la magia detrás del excelente sexto álbum de estudio del artista.

James Blake es, sin duda, uno de los músicos con más talento de la última década. Su habilidad para combinar sin esfuerzo paisajes sonoros electrónicos con canciones de vanguardia le ha convertido en un icono de la música underground y mainstream.
Desde sus comienzos, donde reimaginaba el dubstep y otros géneros en obras maestras de electrónica experimental, hasta su extenso catálogo de excepcionales y premiados EP y álbumes, el estilo inconfundible de Blake ha influido en innumerables artistas y ha cambiado la forma en que muchos enfocan su creación musical.
A lo largo de su carrera musical, ha prestado su maestría en la producción a algunas de las voces más destacadas de la música, como Kendrick Lamar, Beyoncé, Vince Staples, Frank Ocean, Rosalía, JID, Dave y Travis Scott, donde ha infundido sus ideas y sello únicos en estos discos aclamados por la crítica.
Playing Robots Into Heaven
El último álbum de James Blake, Playing Robots Into Heaven, es el más vulnerable de su carrera, en el que vuelve a una forma más pura de música electrónica, que ha sido la base de su carrera. En este disco de 11 canciones, Blake abraza plenamente sus raíces electrónicas, brinda una mezcla de su voz pensativa y conmovedora, innumerables sintetizadores modulares y sampling, todo ello procesado de una forma extraordinaria.
En Playing Robots Into Heaven, que incluye temazos inspirados en el four-on-the-floor, el garage británico y el rap, Blake toma estas fórmulas rítmicas y las reinventa para darles un toque renovado y experimental.
Apoyar la creatividad
En Bowers & Wilkins, nos apasiona tanto el diseño de productos de audio de primera clase como la música que se escucha en ellos. Nuestro afán por ofrecer el Sonido Verdadero de la actuación de un artista es la fuerza motriz de cada decisión que tomamos, por lo que apoyar a los artistas y ofrecerles una plataforma para ayudarles en sus proyectos creativos es increíblemente importante para nosotros.
Justo con el lanzamiento del nuevo álbum de James Blake, nos asociamos con el productor y cantautor inglés para celebrar el innovador arte que hay detrás de su nuevo disco y así profundizar un poco más en cómo dio vida a su visión creativa.
Structuring Robots Into Heaven (parte uno)
En la primera parte de nuestra serie de vídeos con Blake, nos reunimos con él en su estudio de Los Ángeles para explorar el proceso creativo que hay detrás de su excelente sexto álbum de estudio, Playing Robots Into Heaven.
Con años de lanzamientos artesanales a sus espaldas, el arsenal de herramientas y técnicas de producción de Blake es más sólido y refinado que nunca. «En casi todos los demás discos he estado aprendiendo a hacer algo nuevo», explica. «Sentí como si todas esas habilidades ya estuvieran ahí, y todo lo que tenía que hacer era hacerlo».
Pero, aunque poseía todo lo necesario para crear el disco que imaginaba, aún tenía algo más en mente: la aceptación. «Una de las cosas con las que tenía un pequeño problema de confianza era si la gente lo aceptaría realmente como un álbum de James Blake. Me preocupaba que fuera una locura. ¿Una locura? Puede ser. ¿Brillante? Desde luego.
Esta sensación de vulnerabilidad en torno al álbum no frenó su afán de experimentación. Su enfoque basado en el collage, que ya utilizó en su primer álbum, volvió a estar en plena forma, ya que creó 200 sesiones modulares para utilizarlas en la producción del álbum y aprovechar así el poder del sintetizador modular. Puede que esté pensando que 200 son muchas para trabajar, pero es porque 140 de las creadas para Playing Robots Into Heaven, como él mismo dice, «suenan como el infierno», y necesitaba encontrar lo mejor de lo mejor.
Mediante la vulnerabilidad y el filtrado a través de paisajes sonoros «infernales» para encontrar el equilibrio tonal perfecto aparte, admite que el nuevo disco le representaba por completo: «Me gustó tanto que tuve que apoyarlo». Blake quería sacar una colección de temas que evocaran la sensación de ascensión, y Playing Robots Into Heaven lo consigue a través de una rica paleta sónica.
El entorno auditivo de Blake es esencial para su oficio. «Me gustan los altavoces que no añaden demasiada ecualización artificial ni exageran la gama alta», nos dice. «Me gustan los elementos que hacen que las voces suenen naturales, y creo que poder oír todo el carácter de la forma en que se ha grabado es esencial».
Bowers & Wilkins entiende esta necesidad fundamental de experimentar el sonido sin nada añadido ni nada quitado; la piedra angular de nuestra filosofía de ingeniería de audio. Por eso nos dedicamos a trabajar con artistas como James Blake para proporcionarles las herramientas que necesitan para revelar el Verdadero Sonido de su interpretación en cada paso del proceso creativo.
Structuring Robots Into Heaven (parte dos)
Así como el nuevo disco de James Blake se desarrolló para evocar una sensación de ascensión, Playing Robots Into Heaven necesitaba trasladarse con confianza al espacio del directo. En la segunda parte de la serie, exploramos cómo lo consiguió Blake y profundizamos en uno de los cortes más discotequeros: Tell Me.
Habiéndose curtido en la música dance, y continuando haciéndola cada año durante los últimos ocho o nueve años, a Blake le vino de forma instintiva crear música que captara la esencia de la escena de club. «Los sonidos que utilizo en toda mi música son electrónicos; siempre hay sintetizadores y manipulación técnica del piano y la voz, así que, para mí, la música electrónica es solo música en este punto», explica.
Para Blake, adoptar un enfoque más minimalista en estos temas más bailongos era un método de probada eficacia a la hora de crear atmósferas que resonaran con su público en directo. «El cerebro solo tiene espacio para tres cosas en un club. Batería, bajo y algo más». Su tema Tell Me, visto en el segundo episodio, es el ejemplo perfecto de ello.
El gancho de la canción basta por sí solo para provocar la euforia que toda gran canción de dance necesita. En este caso, se trata de un pegadizo riff modular, que brilla a través de un sinfín de reverberaciones y otros efectos hipnotizadores.
Si no puede esperar a ver cómo se despliega la magia en la vida real, nuestro vídeo con James Blake le puede dar una idea de cómo se manifiesta esta joya dance en directo. Con el sistema de sonido de Bowers & Wilkins como telón de fondo, un sistema de megafonía único en su género que potencia el sonido en directo de Tell Me en todo su merecido esplendor, James Blake muestra la euforia del tema en un entorno industrial a gran escala en el South Tank de la Tate Modern.
Playing Robots Into Heaven cumple todos los requisitos para los fans de James Blake y los apasionados de la música dance en general. Es un disco de proporciones épicas que, en última instancia, ofrece el sonido más fiel a la intención artística de Blake. James Blake ha actualizado recientemente sus monitores de estudio con los emblemáticos altavoces Diamond de la serie 800 de Bowers & Wilkins, y recomendamos a todos los amantes de sonidos que traspasan fronteras que escuchen este excelente álbum con los mismos altavoces: no les decepcionará.
El álbum de James Blake Playing Robots Into Heaven puede escucharse en streaming en Qobuz, TIDAL, Spotify y Apple Music. Para comprar el nuevo álbum en vinilo, CD o casete, visita el sitio web oficial de James Blake aquí.